LAS ADVOCACIONES DE SAN SALVADOR EN EL CAMINO PRIMITIVO ASTURIANO.

  

LAS ADVOCACIONES DE SAN SALVADOR EN EL CAMINO PRIMITIVO ASTURIANO.

Decía Luis Merediz en 1965, que el diseño de los Caminos de Santiago se había realizado sobre el modelo peregrino del siglo XII, dejando de lado otras trazas más antiguas como las perteneciente a las Veredas de San Salvador, con destino al Thesaurus de Sancti Ovetensis y porque no, también a la inventio locus jacobi , casi contemporáneas, y algo de eso debió de ser cierto, pues ya se sabe el refrán con eso del traro de siervo Santiago y de Señor San Salvador, lo que nos debiera poner en sobreaviso acerca de la posible bidireccionalidad peregrina.

Ignoro cuales fueron los criterios para señalizar el actual trazado del Camino de Santiago a su paso por Asturias, al menos en lo que respecta al Camino Primitivo, porque los trabajos que coordinó la historiadora M.ª Josefa Sanz Fuertes se refirieron a las trazas costeras del recorrido jacobeo, bien por la zona oriental u occidental de Asturias, al menos que yo sepa. 

Sabiendo de antemano que los trabajos de delimitación, recuperación y señalización de los diversos Caminos de Santiago astures, no ha sido una tarea fácil para ninguno de los agentes activos de este proceso, por tanto, salvo otra noticia al respecto, diremos que la autoría en cuanto al estudio y definición de la traza del Camino Primitivo a su paso por los territorios asturianos se mantiene con algunas que otras notables incógnitas.

Sin embargo, han pasado los años y tenemos nuevas informaciones y claves que nos hacen entender el territorio y la caminería de otro modo, e incluso alejándose de algunos patrones al uso, y sobre todo en los que respecta a los trazados llamados peregrinos que parecen cortados todos ellos por las cinco directrices que se han marcado a sangre y fuego: 

  • La existencia de un trazado delimitado y reconocido; 
  • Documentación veradera y suficiente; 
  • Existencia de elementos vinculados a las peregrinaciones (hospitales, iglesias, cofradías, etc...) 
  • Existencia documentada del paso de peregrinos. Especial relevancia tienen lis libros de difuntos de las parroquias. 
  • Tradiciones, leyendas y literatura varía sobre el Camino y las peregrinaciones.

Habrá que decir que peregrinos haberlos, debió de haberlos, aunque me decía un paisano de una aldea de Tineo, con sorna, «yo tengo cincuenta años y cuando vinieron a marcar el Camino por estas latitudes, decía mi abuelo, ya muy mayor que el único peregrino que había conocido -en la zona de Campiello- era uno que pedía comida para ir a Santiago, y tenía más pinta de pobre que de peregrino, el único que vi en mi vida». 

Es cierto que cuando hablamos de caminos y caminantes, habría que definir muy bien de qué épocas estamos hablando, pues es muy distinto hablar de los caminos y calzadas en épocas romanas, que aquellos otros definidos en la época alto medieval o bajo medieval o en la edad moderna, ya que cada uno de esos tiempos influyó en los trazados y en los usos, y en la gestión del suelo, del territorio y como no de la religiosidad, y de forma muy determinante.

Sabemos que los siglos han pasado y que han dejado un variopinto poso documental muy fragmentario, a través del cual sabemos que hubo siglos de mucho esplendor peregrino, y otros, como el siglo XVIII y el XIX, que como tales épocas racionalistas fueron tiempos poco halagüeños para la peregrinatio, y en los cuales se constata escasa movilidad peregrinatoria haciendo desaparecer la imagen y el recuerdo peregrinatio, al menos hasta el revival de la década de los 90 de los Caminos Jacobeos, con paradojas que nos deja la historia como que los mayores auges de peregrinos se sitúa entre el siglo XIV y XV, coincidiendo con años de penuria.

Dadas las distancias espacio temporales y los hechos históricos y políticos, es lógico que hayamos perdido memoria y noticias de peregrinajes por estos lares astures, pues ha habido poco cuidado en la obtención y conservación documental y poco esmero en adquirir posibles fuentes orales que nos pudieran dar pistas fiables, ya no solo sobre la peregrinatio, lo cual es casi imposible, sino sobre la caminería y el mundo de los arrieros en su trajinar por los diversos caminos astures, trajinado por esas complejas y complicadas orografías trayendo y llevando mercancías.


Lo cierto es tenemos algunos trabajos de recuperación impresionantes como los estudios de Uría Ríu, o aquellos más modernos construidos con sentidos más amplios y trasversales, como los de Pedro Pisa o Menéndez de Luarca, que han ido más allá de la toponimia, y cuyos trabajos nos aportan visiones muy diversas sobre la caminería, pero imbricando en ella y en su articulación y conocimiento desde los inputs históricos de corte militar o minero, a las caminerías religiosas y comerciales, pasando por las labores y urgencias de comunicación de los pueblos, dejándonos una retahíla de lugares y edificaciones que indican el importante papel que jugaron en tales trasiegos, como fueron los hospitales y albergues, las ventas, las iglesias y los castillos, la soberbia rede puentes y calzadas facilitando el paso por los altos collados o los estrechos valles de esta compleja y retorcida orografía asturiana.

En ese sentido se dejan ver diversas velocidades y orientaciones en el estudio de la caminería, una muy importante e intensa como es el estudio sobre las vías y calzadas romanas repartidas por toda la geografía asturiana, con importantes aportaciones de estudiosos ligados a la Universidad de Oviedo: Uría Ríu, Germán Ramallo, Menéndez de Luarca, Pedro Pisa, Patricia Ana Argüelles, que no debemos echar en saco roto. Etc.

En el otro extremo, tenemos otro sector de estudios dedicado a los trabajos de carácter religioso, y en los que se encuadran los ensayos historicistas sobre los Caminos Jacobeos, cuestión de menso identidad, sobre lo cual tenemos muchas guías, pero pocos estudiosos volcados sobre esas trazas peregrinas, su variantes y variaciones, más allá de los trabajos fundamentales de Juan Uría Ríu, Mª Josefa Sanz Fuentes, o Ruiz de la Peña, por citar algunos, en este sentido es imprescindible el trabajo repertorial de Ana Belén de los Toyos.[1]

En este sentido sería bueno saber qué fuentes se consideraron interesantes para definir la trama caminera, en este caso que me ocupa, el tramo de Salas a Grandas de Salime, para analizar su secuencia y de este modo poder solventar algunas cuestiones e incógnitas, y como no, hacer cuadrar algunos problemas de identificación de posibles caminos alternativos o complementarios y la explicación de ciertos flujos de tránsito y sus significados.

En esa labor estoy, y en alguna ocasión he intentado definir de cómo la traza de caminos medievales y de uso peregrino, como la de Maliayo (Villaviciosa), o los Caminos de Colunga, aportan nuevas interpretaciones, tal y como viene sucediendo con una de las etapas estrella del Camino Primitivo, como son Los Hospitales.

Gran parte de ese conjunto de trabajos se pueden leer en el blog de Vereda de Heterodoxos, bien en forma de artículos pudiendo descargar algunos de ellos en formato PDF en la sección de «biblioteca». 

Antes de meternos en el costal debería indicar que es muy posible que diseño salvadoreño que se empeiza desprender de los estudios sobre las peregrinatios, tienen más que ver con la estirpe visigoda y  Asturias y Oviedo como destino, que el fenómeno jacobeo que está más ligado a la acción politica y religiosa de la ortodoxia impulsada por los clunianceses.

Tal vez por eso es explicale la abundancia de inputs salvadoreños y la calidad de estos: iglesias, hospitales, monasterios repartidos por toda la rtegión y caminos, frente a la liviandad de las instalaciones puramente jacobeas dedicadas a Santiago, en general ermitas y alguna iglesia y en determin adas zonas. 

Los caminos referenciales: la calzada romana lucus-asturum y el camino primitivo

Para situar correctamente en el contexto geográfico e histórico los diferentes hitos salvadoreños que tenemos en la zona, y que me propongo estudiar y resituar, tenemos: San Salvador de Cornellana, San Salvador de Brañalonga, San Salvador de Orrea, San Salvador de Naraval, San Salvador del Valledor y San Salvador de Grandas de Salime, luego de forma poeriferica estan los inputs salvadoreños como el de Endriga, o el de Piñera, o Abres.

Lo primero que debemos definir son las primeras trazas camineras sobre las cuales se van a situar nuestros hitos salvadoreños a mod de jalones y los cuales se reparten por el territorio de Salas, Tineo Allande y Grandas de Salime, con esa sensación de fracaso puesto que a veces no parecen tener explicación a la luz del conocimiento que tenemos sobre las vías modernas y las movilidades antiguas, por tanto se desecha todo aquello que no encja aen las directrices que alguien marcó,  como pasa con San Salvador de Naraval. o San Salvador de Endriga

Un primer recorrido que atraviesa todo este territorio lo tenemos definido por la existencia de la calzada romana que unía el núcleo de Lugo de Llanera (Asturias), con la ciudad galaica de Lugo, a través de la denominada la calzada Lucus-Asturum-Lucus-Augusti.

Por tanto, tenemos un trazado eminentemente de tipo militar y comercial que atravesará dichos concejos y los irá vertebrando en función de esos recorridos y los objetivos de explotación de esos mismos trazados.

Debemos de tener en cuenta esos objetivos de explotación y las épocas en que se dieron, pues sucede que en ocasiones no es la misma descripción que nos puede presentar uno u otro investigador por ejemplo sobre la misma Lucus Augusti-Ocela-Flavium


Por ejemplo, unos nos habla de caminos en función de variados parámetros en donde sale a relucir un camino reutilizado en la Edad Media,« conociéndose como el “Camín Francés”, por emplearse como ruta del interior hacia Santiago de Compostela y de ahí que se denomine como el “Camino del Hospital” asociado al paso de peregrinos. La ruta óptima en función de la orografía que atravesaría el puerto del Palo, parece que pudo cruzar por la Fonte de Las Muyeres. Este enclave se ubica en la divisoria de Cangas del Narcea y Pola de Allande».[2]

En cambio, otro historiador nos da noticias del Camino Francisco (illa via quae vadit ad Petrateca) el cual seguía el trazado que hoy conocemos como La Antigua, que partía del Alto de Lavadoira hacia el Puerto del Palo.[3]

Entre los historiadores y geógrafos hay disensiones a la hora de relatar y definir los trazos de esa primera calzada romana entre Lugo y Lugo de Llanera, y por mi parte me decantaré por el trabajo de Pedro Pisa, por la mayor definición geográfica en cuento a los trazados y su exposición, pero sin perder de vista otras aportaciones.

Pero será interesante ver la vertebración de esa calzada romana camino de Lugo o de Lugo de Llanera, y como sobre este recorrido primario se va ir a lo largo de los tiempos enhebrando otro, en este caso de un cierto y matizado uso peregrino como es el Camino Primitivo que sale también de Oviedo y buscara la sede compostelana, teniendo como primer referente gallego de importancia la ciudad de Lugo

La calzada romana Lucus Asturum hace su aparición en el territorio que nos compete por el extremo norte salense, por el Pico el Cuerno procedente de Vegafriosa camino de La Venta las Gallinas atravesando la Sierra de San Juan pasando por encima el extremo norte de la parroquia de Bodenaya para desembocar en el enclave caminero de La Espina, donde confluye con el trazado del Camino Primitivo. La calzada romana se dirige por la vertiente norte de la Sierra de Tineo por encima de Brañalonga, donde tenemos el segundo input salvadoreño que toma el nombre del pueblo, el trazado que sigues es hacia el Alto de la Degollá y el Alto del Puerto.

En cambio, el Camino Primitivo se desarrolla por la vertiente sureña de la Sierra de Tineo, al par de la carretera de la AS-216 que va por el Pedregal entrando en Tineo por la campa de San Roque.

Este trazado peregrino que viene de Grao por el collado del Fresno se deja caer hacia Cornellana donde se sitúa el primer input enclavado en el monasterio de San Salvador de Cornellana, para continuar por encima del río Nonaya hacia Salas por Casazorrina, con posterior subida a Bodenaya y a la encrucijada de caminos de La Espina, donde entronca con el recorrido de la calzada romana de la Lucus Asturum, aunque luego seguirán trazados distintos.

Eso sí unos kilómetros más adelante volverán a unirse ambos recorridos en el Alto de Guardia. La calzada llega del enclave tumular del Corralón, mientras el Primitivo sube al collado de la Sierra, y en esa encrucijada de la Guardia, es donde vuelven a separarse, la calzada romana se echa al suroeste hacia la cabeza de la sierra de Cortina para buscar el núcleo de Vega de Rey, y en cambio el Primitivo hace lo mismo, pero pasando como ordenó Alfonso IX por el monasterio de Obona, para eso era rey, y tenía a este monasterio como de su propiedad.

Ambos trazados son coincidentes a su paso hacia el Oeste por Campiello y Borres y la Mortera, aunque el Primitivo presenta una variante, la que va por los llamados Hospitales la cual se dirige al Puerto la Marta en primer término y luego al Puerto del Palo, aunque ambos trazados, Calzada y Primitivo por ejemplo seguían juntos en el Camino Histórico de Galicia a Pola de Allande, al menos hasta el Alto de Lavadoira.

Por debajo de Campiello, se encuentra el tercer input salvadoreño y ubicado en una modesta ermita en la zona de Sangoñedo,  San Salvador de Orrea, y por tanto muy cerca de ambos recorridos.

El Primitivo en el Alto de Lavadoira sigue el trazado histórico y se dirige a Galicia, y desfila  por Porciles hacia Pola de Allande para subir al Puerto del Palo por el río Nisón, encontrándose de nuevo los tres recorridos en Monte furadoL: la variante de Hospitales desde La Mortera, la calzada romana desde Lavadoira, y el Primitivo proveniente de Pola de Allande.

Y los trazados vuelve a ir juntos hasta el núcleo de Lago, donde se vuelven a bifurcar la Lucus Asturum se va al Sur, hacia el Valledor, hasta llegar a Tremado donde gira al Oeste para pasar el río Navia por la zona de Albeyra, por el antiguo puente de Leyrado, hoy bajo las aguas del embalse de Grandas, y sube por Paradela hacia Grandas de Salime, quedando sin mucha explicación el enclave de San Salvador de Negueira.

Por su parte el Primitivo en Lago se despide de la Lucus para seguir hacia Berducedo de donde parte pasando por los núcleos de la Mesa y Buspol, y en rápido descenso dejarse caer hasta la cabecera del embalse por conde se cruza a la otra orilla, subiendo de forma paralela a su congénere romana y seguir hasta Grandas, donde se encuentra el cuarto input en la colegiata de San Salvador de Grandas de Salime.


Desde aquí ambos trazados se superponen uno al otro, entrando entrelazados los caminos en la Gallaecia, camino de Lugo.

Nos queda fuera de este contexto de caminos romanos y peregrinos, el quinto input de la serie salvadoreña del Primitivo, como es la iglesia de San Salvador de Naraval, San Salvador de Negueira. etc.

 LOS OTROS CAMINOS: SALAS, TINEO, ALLANDE Y GRANDAS DE SALIME

En la introducción de este trabajo he dado una pequeña visión de las trazas camineras que cruzaban este territorio y que van de Este a Oeste, un eje comercial en un caso, y peregrino en otro, sobre cuyos trazados se solaparon diversos usos, unos más contemporáneos que otros, e incluso algunos muy antiguos, sin dejar de mencionar que hubo otros tantos caminos y trazados, que provenían de otros tantos lugares, y que tenían otros objetivos, como podían ser la explotación minera, o el transporte de viandas, u otros trajines, algunos de los cuales fueron transversales y complementarios a los ya los referidos trazados, tanto de la Lucus Asturum como del Camino Primitivo.

Hay que hacer notar que tenemos vacíos documentales importantes, y poco sabemos de la aparición de los llamados Caminos Reales, después de las Calzadas Romanas, o vías de penetración o pacificación, vamos sabiendo que los vacíos geográficos de esas primeras calzadas se van llenando de caminos, porque va apareciendo o emergiendo los pueblos, las Polas, y con ellos aparecen nuevos diseños camineros que van creando una densa red, que según las épocas unos caminos tendrán mucha importancia y otros irán declinando su uso.

En este sentido el catálogo es grande y diverso y no se deben olvidar calzadas romanas, o los caminos medievales como los caminos reales, citar entre estos por ejemplo la calzada romana de La Mesa, que entra en tierras de Grado y de Salas, por medio de dos ramales distintos según demandas y ofertas, al igual que lo hace el Camino de Somiedo que desde la frontera babiana entra no por el Puerto Somiedo, sino por los camino que ha colonizado el GR de La Escrita, que desde La Riera hacia arriba queda circunscrito a un Camino Trashumante,

Por su parte desde Torrestío entra un ramal desgajado del Camin Real de la Mesa como un ramal importante que  sube al Alto la Farrapona, para seguir todo el valle abajo, en el cual se sitúan unos cuantos pueblos, entre ellos Endriga con su iglesia bajo la advocación de San Salvador, y por cuya depresión geográfica se gana el eje que nos llevará al Sur hacia la capitalidad somedana: La Pola.


Mapa de los Caminos a San Salvador de Cornellana

Una vez en el entronque, el comercio se establecía hacia el Norte, o sea yendo luego hacia Belmonte para concluir en un primer momento ante el monasterio cluniacense de San Salvador de Cornellana, localidad que a su vez daba acceso a la rasa costera, sobre todo a una capitalidad que tuvo su importancia en su momento, como fue Pravia, entrando de este modo en tierras de Muros del Nalón, y concluir en los diversos puertos marítimos asturianos.

En ese sentido nos hace falta estudios arqueológicos, por ejemplo, que apoyen esta teoría, puesto que entre Santiago y Almurfe para evitar la hoz de Aguasmestas, después de La Riera hay una impresionante calzada que nadie suele comentar, y cuya construcción y articulación de piso y muros de contención, tienen mucho que decir y que va desde la aldea de Santiago hasta el collado de Cuebayo del Puercu.


Calzada desde Santiago a la zona de Almurfe (GR de La Escrita) Somiedo

SALAS Y CORNELLANA ENCLAVES ESTRATÉGICOS

Salas como concejo presentan otros caminos peregrinos, por ejemplo, el territorio salense aportaba diversas “escapatorias” para los peregrinos, los cuales ante la mala climatología que ya veían venir camino de La Espina, pues ante tal situación seguían a los arrieros por venturosos recorridos de huida antes de entrar en los predios tinetenses más duros, como el Puerto del Palo o el Puerto del Acebo.

Una de esas escapatorias , era la que se producía desde San Salvador de Cornellana, los viajeros en este punto buscaban el surco que marca el río Nalón hacia su desembocadura entre San Esteban y la Arena, este trayecto paralelo al río Nalón los llevaba directamente a Pravia, que fue capital y corte asturiana, de lo cual queda un leve recuerdo, pero en el siglo XII todavía debía ser Santianes de Pravia con su insigne iglesia un referente, no olvidemos que por estos lares estuvo además el famoso Beato de Liébana, uno de los epígonos santiaguistas.

De esta manera, desde Pravia alcanzar la costa era muy fácil a través de Muros del Nalón, así como el propio Camino del Norte.

  • ·         1 Camino del Norte
  • ·         2 Camino Primitivo
  • ·         3 Camino del Norte -Sierra Las Palancas-
  • ·         4 Camino escapatoria Las Ventas hacia las Palancas
  • ·         5 Camino escapatoria desde Brieves a Canero
  • ·         6 Camino escapatoria por Brieves – Concilleiro-Luarca


Luego había otros ramales de huida algo más complicados, por aquello de las altas cotas por las que estos discurrían, esta cuestión queda al descubierto por los variados topónimos referidos a la vía hacia la costa desde Salas o Bodenaya y se hacía a través del trazado que jalonaban las diversas ventas, como la Venta de Las Gallinas, Venta Carlones, o  la Venta de las Cruces, sin olvidar el Hospital de Faedo camino del enclave costero, queda por dilucidar si el ramal iba hacia Cadavedo pudiendo enlazar con el Camino de las Palancas (Camino del Norte) entroncando a este en las inmediaciones del Pico La Paradiella, desde La Mortera subiendo desde Mones y al enlace de Las Palancas.

O por el contrario, algunos estudiosos presentan como posibles trazados el que va desde La Mortera y se va hacia el pueblo del Faedal, y desde su famosa ermita enlaza con la Ermita de la Trapa, para de este modo bajar al valle de Trevías, tal vez siguiendo hacia Canero, y aquí es donde entran algunos estudiosos, que indican que el camino no iba tanto a Canero, que también, sino que se atravesaba para subir a San Antonio de Concilleiros y su pertinente sierra , dejando de lado Canero, para ir directamente a Luarca.

Bueno para que se vea el condicionamiento existente, este camino cumple varias de las condiciones para ser bendecido como Camino de Peregrinación, pero sin embargo no parece ni tener visos de que un día pase un determinado corte o a otro estatuto, por ejemplo, como ha sucedido con el camino Primitivo que se ha asentado sobre una leyenda bastante ficticia como es el viaje de Alfonso II a Iria Flavia.

TINEO COMO ENCLAVE CAMINERO

Tineo también tuvo una pléyade de caminos y flujos camineros, comerciales y mineros unos procedentes de los altos puertos cangueses, los cuales haciendo frontera con las tierras leonesas de Laciana y recogiendo diversos flujos provenientes de Ponferrada, de la Babia o la Omaña, bajaban a los valles del Narcea para ascender hacia territorios intermedios como las tierras de Tineo, bien por la vía de los Vaqueiros por la Sierra de la Serrantina desde el Puerto de Cerezales y por Los Cadavales ir al Puente Pousada y directos a Tineo, para pasar a los puertos marítimos que había detrás de esas sierras. .

Otras vías apenas estudiadas eran las que atravesaban los puertos de Leitariegos y Rañadoiro, que cruzaban todo el territorio cangués, el primero llegaba al Puente Corias, o sea a los pies del monasterio de Corias , bien para subir a la Venta de Campiello y por Mirallo continuar por Naraval hacia la costa, puesto que Naraval había sido en su momento un importante enclave aurífero y paso a la costa

Otros caminos procedentes de la meseta, y los altos valles al sur de la Cordillera, como Cerredo o Degaña, se dejaban caer hacia Cangas para entrar hacia Pola de Allande a través del camino de San Salvador de Celón.

 


Caminos en el entorno de Tineo y Pola de Allande

Incluso en la dirección Este -Oeste, hubo otros flujos camineros y peregrinos paralelos a los ya descritos, porque la caminería no es un sujeto estático, sino muy al contrario muy dinámico y cambiante de paisajes y paisanajes, y muy estructurada en función de ofertas y demandas, e incluso atendiendo a presiones sociales o políticas.

En este contexto no se puede dejar de lado diversas encrucijadas camineras que funcionaban como modernas rotondas en ese importante reparto de flujos camineros, como sucedió con La Espina, Campiello, el Puerto del Palo, o Grandas de Salime.

Otra opción, por ejemplo, para buscar la costa occidental astur los peregrinos tenían otra opción caminera a través de Brañalonga y por las sierras de Ayones buscar la abertura del valle de Navelgas y de ahí al enclave costero de Luarca ya en pleno Camino del Norte.

En parte, esta ha sido la opción que tomaron algunos peregrinos tras el confinamiento del Covid-19. Tras cerrarse la comarca gallega de A Mariña, diversos peregrinos al no poder continuar por el Camino del Norte subieron por la vía de La Espina por la Nacional -634 de Trevías y Brieves, unos andando y otros en autobús hasta La Espina, donde entroncaron con el Camino Primitivo.

Caminos la mayoría ubicados en la Edad Media, que es la época que nos interesa plantear con trazas camineras cada una con su paisanaje, barahúnda de gentes que por el «Camino de Sancto Iacobo, adexente de Oueto»,[1] intentaban ganar la pertinente indulgencia en Compostela, tras visitar y rendir pleitesía al Sancti Salvatoris en la Sancta Ovetensis.


Mapa de los Caminos de Tineo hacia Grandas de Salime.

Por lo cual, atendiendo a los expuesto por historiadores como Uría Ríu, Pedro Pisa o Menéndez de Luarca, o lo aportado por diversos estudiosos como Rafa Lorenzo,[2]en el caso de Tineo, nos queda claro que ha habido redes de camineras diversas, pero ha habido otros trazados a los que nadie parece haber atendido, tal vez por haber sido solapados por la importancia de las calzadas romanas, como la Lucus Asturum, o los caminos peregrinos, como el Camino del Norte o el Camino Primitivo.

De este modo, tenemos localidades como Cornellana, Tineo o Allande ca los cuales nos hemos  acercado o analizado, incluso a la apartada localidad de Grandas de Salime, los cuales han sido cabezas de puente de diversos flujos que recorren un amplia zona  que unía la Sancta Ovetensis con la Gallaecia a través calzadas como la Lucun Asturun, pero también las tierras leonesas formaban parte de una red de caminos complementarios unidos a través de variados pasos de montaña caminos de cumbre, entre los que destacaban, por ejemplo el de Leitariegos, y la Senda de la Culebra, o La Mesa, en base a modelos constructivos Via glacereae strate; los cuales jugaron junto con las calzada romanas,  o la citada y el propio Camino Primitivo, con sus bifurcaciones y variantes un papel importante de comunicación.

Podría seguir descifrando caminos y caminerías, pues incluso allá en lo extremo del territorio, la misma villa de Grandas de Salime, ofrece su vez varias salidas al Norte con ramales muy naturales hacia los Oscos y la costa, e incluso hacia el Sur, hacia el Camino Francés por Marentes y Folgueras de Boiro.

Podría seguir dando pautas de caminos y trazas, pero creo que es mejor centrase en los inputs que nos interesan como son los hitos salvadoreños del Sancti Salvatoris, que curiosamente en los trabajos sobre los trazados camineros religiosos de la Edad Media asturianos y tramontanos nadie parece haber tenido en cuenta.


El culto a Sancti Salvatoris algunas aproximaciones

Explicado el contexto geográfico y caminero de esta parte del suroccidente astur, en el cual se da una presencia importante de advocaciones salvadoreñas: San Salvador de Cornellana (Salas). San Salvador de Endriga (Somiedo), San Salvador de Las Tiendas y San Salvador de Cibuyo y San Salvador de Berguño (C. de Narcea) San Salvador de Orrea y San Salvador de Naraval (Tineo), y San Salvador del Valledor etc.. será bueno dar una pincelada sobre el culto al Sancti Salvatoris Ovetensis

Para algunos historiadores este culto se consolida cuando en 1075 Alfonso VI de Castilla acude en peregrinación para rendir tributo a las reliquias que guardaba la Cámara Santa de la catedral de Oviedo dedicada a San Salvador, «anteriormente, el culto a estas reliquias se desenvuelve de forma muy modesta y eminentemente local a juzgar de varios investigadores».[3]

Parecen olvidar algunos de estos estudiosos y ponentes de congresos que antes de la visita del rey castellano, el Papa Pascual II ya había otorgado la exención a la diócesis ovetense en 1105 dada su proyección a la par que la de Santiago.

Además fueron diversos reyes astures y leoneses, antes que Alfonso VI quienes sintieron predilección por estas reliquias, como demuestran las recogida de reliquias por parte de los reyes astures sabiendo su potencial político-religioso, sin dejar de lado las de los reyes castellanos con donaciones como la de Fernando I, el mismo Alfonso VI, la reina Urraca, Alfonso VII, Fernando II, o Alfonso IX , los cuales fueron entregando importantes concesiones que iban desde la dotación de distintas vías que recorrían Asturias hasta llegar a Oviedo, o fundando numerosos hospitales a los largo de los distintos Caminos Peregrinos que en parte recorrerían Alfonso II, además de Fernando II y el propio Alfonso IX.

Si dejar de citar que en texto de Osbernus de 1147, se menciona que Oviedo totius Hispaniae precosissime reliquiarum.[4]

A estas famosas reliquias se les rendía tributo religioso y civil, y como tal, eran veneradas en la románica catedral de San Salvador de Oviedo, junto con la otra parte del tesoro que se trajo de Toledo en la primera mitad del siglo VIII. [5]

 No es de extrañar algunas consideraciones de algunos historiadores, pues mezclan el tema de las reliquias ovetenses y la advocación a San Salvador, menospreciando de este modo el peso de la advocación por el Sanctis Salvatoris cuando dicen «que existe igual número dedicado a San Salvador, de forma que no demuestra tanto el paso de una ruta jacobea como la popularidad del culto tanto a Santiago como a San Salvador de Oviedo».[6]

Pues bien, esta estudiosa la Sra. va Dame, no realiza ningún inventario de las advocaciones dedicadas a Santiago, ni por supuesto a San Salvador, tanto en Asturias, como los territorios periféricos, como aquellos otros que van desde Irún hasta Galicia, tanto por la franjas costera como la parte mesetaria, y por supuesto no hace un sondeo de la presencia de los hitos salvadoreños en otros caminos jacobeos como el de San Salvador, el trazado Allerano, el gran eje cluniacense del Francés, o los caminos costeros, como pudieran ser el de los Francos, o el del Norte. etc.


Figura de Santiago en la catedral de Oviedo

Por obviar, ha olvidado citar las más sesenta advocaciones religiosas al Sancti Salvatoris que podemos hallar en Asturias, y que curiosamente la autora ocasiones menta los topónimos o lugares en que se hayan tales templos, pero no se fija las advocaciones, tal y como hace con Priesca o Valdedios.[7]

Con lo cual es fácil pensar que con ese método es difícil sopesar el peso de una advocación, o determinar el sentido de un camino o un trazado que viene jalonado por diversas advocaciones que se repiten una y otra vez de forma machacona, sin que nadie le preste atención.

De haber realizado tal balance se hubiera dado cuenta del peso de la advocación y como este ha funcionado a modo de un faro radiante a través de muchos caminos “oficiales” y otros tachados de marginales. En fín, así se escribe la historia, pero no es la única pues digamos que en Asturias faltaría un balance geográfico y situacional de advocaciones como las de Santiago, Santa Eulalia o San Salvador, y comprobar y contrastar las fechas fundacionales o aparición en dichos lugares y ponerlas en relación con los posibles recorridos.

En todo caso Miguel Calleja Puerta nos da la clave de todas estas advocaciones: «No hay otra manera de entender el Reino de Asturias que vinculándolo al desarrollo de las sociedades tardo antiguas, y en éstas uno de los fenómenos sintomáticos es la cristianización, la imposición de la fe cristiana, la articulación de los paisajes rurales y urbanos en tomo a los centros de culto».[8]

Aunque llama la atención de que los historiadores presten atención a los contenidos y no al continente, pues cuando uno se sumerge en la historia peregrina y religiosa de Oviedo, quien lo solapa y obnubila todo es la Cámara Santa, tal vez porque esta representa la iglesia de los Obispos y el tesoro regio, sin embargo, el Sancti Salvatoris representa la herencia de las antiguas iglesias visigodas, de una iglesia centralizadora encargada de difundir la fé en ámbitos rurales como los asturianos.

Fuera como fuere, está claro que la figura de San Salvador no ha interesado a casi nadie, pues en el trabajo de recogida bibliográfica de Toyos Castro, que ofrece 1500 referencias bibliográficas sobre caminos, reliquias e advocaciones, pues la figura central de toda esta historia: San Salvador, digamos que solo tiene 5 entradas, y casi todas ellas versan sobre la estatua sita en la catedral, sin que parezca interesar el posicionamiento geográfico de las advocaciones salvadoreñas, donde Asturias cuenta con unas treinta hitos advocacionales: Navarra que pueda haber contado se sitúa con unas quince; Cantabria con diez, León con más de treinta, Palencia unas veinte, y solo Lugo cuanta con cincuenta y dos parroquias dedicadas a San Salvador.

En este recuento no muy pormenorizado ni exhaustivo se refiere a las iglesias parroquiales, y no a ermitas, y por supuesto ya no hablamos de topónimos, monacatos desaparecidos, capillas, etc.

Por ejemplo, los inputs monacales más importantes dedicados a San Salvador en todo este contexto geográfico serían: Oña en Burgos, Leyre en Navarra, Celanova, Camanzo, Vilar de Donas, Asma, Bergondo, Lérez, Santiago en Galicia, y Tábara en Zamora y Celorio, Valdediós, Cornellana en Asturias,



El enclave de San Salvador de Cornellana

El primer input dentro del Camino Primitivo que nos encontramos una vez dejamos atrás la Sancta Ovetensis alfonsina,  es San Salvador de Cornellana, y en este sentido dicho hito salvadoreño está sirviendo de faro guía dentro de las Veredas de San Salvador, bien de ida o de vuelta de la inventio del locus sancti jacobi, pues dentro del trazado mismo del Camino Primitivo la otra gran referencia, siempre en el contexto del Primitivo y de Asturias, sería la colegiata de San Salvador de Grandas de Salime

El monasterio de Cornellana fue fundado por la hija del rey Bermudo II y la reina Velasquita, lo cual se data en el año 1024, a la muerte de la hija del rey, dicho emplazamiento fue «donado por el conde Suero y su mujer Enderquina al monasterio de Cluny el día 7 de marzo de 1122, y en dicho escrito está la firma del arzobispo Diego de Compostela y dicho cenobio es mencionado junto cantidad de pueblos, en estos términos: «En primer lugar el Monasterio de S. Salvador de Cornellana fundado en Asturias en el territorio de Salas junto a los ríos Anonaia y Narceia, con toda la hacienda tanto la que heredamos de nuestros padres como la que hemos adquirido…»[9]

La propia historia del monacato viene a contarnos que «sobre la puerta del huerto existe un relieve de una osa amamantando a una niña, con dos cabezas de león a ambos lados». Este relieve trasmite la leyenda popular que cuenta como una niña, la infanta Cristina, se perdió a muy corta edad en los bosques asturianos y logró sobrevivir gracias a que fue amamantada y protegida por una osa, lo que recuerda Artemisa, transformada en osa, o enviada por ella, amantó a la cazadora Atalanta.


La osa que amanta en el monasterio de Cornellana 

Aunque bien estudiada la figura de animal y ser humano, del que se habla y cuya imagen en altorrelieve de la clave del arco de la plazuela, puede verse que lo de amamantar es difícil, y que sea la representación de un oso es dudosa, podría ser, según Antonio Gómez Romera «la de un león: en concreto una especie o representación de león de Judá, representación de “Cristo redentor”, y que no está amamantado a nadie, sino que se está comiendo… y después regurgitando... a un hombre, simbolizando que aquellos que entran en Cristo, vuelven al mundo salvados, gracias a la fe...». Los posibles autores del altorrelieve no serían pues los fundadores del Monasterio, sino una reelaboración de la leyenda por parte de los monjes de Cluny, que traían ideas foráneas, que, en Asturias, no se ven representadas en ningún otro sitio.[10]

El conjunto arquitectónico del monasterio de San Salvador de Cornellana incluye la iglesia y el monasterio adjunto. 

La iglesia de San Salvador pertenece al llamado románico reformado, que lo fue en la segunda mitad del siglo XVII, tiene planta basilical de tres naves, separadas mediante pilares cruciformes, con una cabecera de tres ábsides y una torre adosada al lateral derecho, de dos pisos y planta cuadrada. Las reformas del siglo XVII se centraron fundamentalmente en la construcción de una nueva cubierta abovedada, en el añadido de un coro elevado a los pies del templo y en la remodelación de la fachada. El interior se decora con excelentes retablos del siglo XVII.


Iglesia de San Salvador de Cornellana

La cabecera conserva los rasgos estilísticos del estilo románico con tres ábsides semicirculares y escalonados, precedidos de tramo recto. Al exterior, los ábsides se decoran con columnas adosadas, ventanas en arco, molduras horizontales y canecillos decorados. Muy cerca se eleva la torre campanario, cuya forma cuadrada destaca en altura y contrasta con los muros curvos de los ábsides.

A principios del siglo XVII y principios del XVIII se reformó el resto de las dependencias monásticas. Se dotó al monasterio de una elegante fachada de dos pisos, con ventanas molduradas en el primero y balcones de hierro en el segundo. El cuerpo central se adorna con los motivos típicos del barroco: columnas, balcones, frontón partido y enorme escudo.

El claustro barroco, sustituto del medieval, tiene planta cuadrada y dos pisos, que combinan las arcadas en el inferior con los balcones moldurados del primero. Conserva también dos puertas románicas de la anterior fábrica».[11]

En este sentido la presencia de los monjes negros de Cluny trajo no solo ciertos impedimentos con relación a los beneficiarios de Suero Vermúdez, y que según cree el historiador Calleja Puerta «fueron expulsados a raíz de la llegada de los monjes cluniacenses» aunque mediara la manda de Suero y se reservaran el usufructo vitalicio de todos los bienes, siempre bajo el control del Abad cluniacense.[12]

Pero la profundidad de los cambios vino por la presencia de los monjes cluniacense, cuya influencia es algo poco estudiado en Asturias, ya que dichos reformadores tuvieron una actuación épica en la marca jacobea, imponiendo la ortodoxia romana (Romanus ordo), o sea el gregoriano, erradicando las formas y modos visigodos, y llevando a cabo una reorganización monacal en la cual los monjes eran liberados de trabajos físicos para dedicarse a las labores intelectuales, y junto a la inmunidad que tenían al depender el Abad del papado, les hacía inmunes frente al poder feudal y religioso.[13]

Estos monasterios en poder del clan cluniacense viene de la mano de la amante de Alfonso V , Jimena Muñoz que mantuvo su influencia durante mucho tiempo, aunque Cornellana se contempla como un caso excepcional pues pese a haber conservado su título de abadía se separó de Cluny en 1291, aunque cuando llega a Asturias la orden de Cluny ya había perdido su vigor y fuerza, y se cree que tampoco la influencia del modelo en Asturias fue muy menor, por la resistencia   religiosa y política ante Cluny y sus reformas.

Posibles Caminos peregrinos que convergen en Cornellana

El enclave de Cornellana, recibe varios y variados caminos, uno de ellos viene del Este, procedente del Sancti Salvatoris de Oviedo, punto de arranque del Camino Primitivo, que tras llegar al santuario del Fresno se deja caer hasta los pies de San Salvador de Cornellana para continuar hacia San Salvador de Grandas de Salime rumbo Oeste, no sin antes rendir cuentas en otras advocaciones Sancti Salvatoris, pero un poco menores, como la de Orrea en las inmediaciones de Campiello.

El otro camino venía del Sureste, por el Camino Real de La Escrita, procedente de la comarca leonesa de Babia, donde la iglesia de San Salvador de Cabrillanes, marca el punto de referencia para echarse valle abajo por el Camino de La Escrita, aunque este parece más un camino trashumante, de uso vaqueiro, que una vía comercial al uso.


Y en ese este sentido habría que ver qué papel juega San Salvador de Cabrillanes, y su enlace con la Omaña por Cilleros, y si este camino iba por el pueblo de La Cueta hacia el Puerto de Somiedo o buscaba las sendas de Valle de Lago, en ambos caso bajaría a buscar la Pola de Somiedo, y desde la apertura del valle a través de Belmonte con su viejo importante monasterio de Lapedo, el cual los condes Pelayo Froilaz y su mujer Aldonza, fundaron en Belmonte a las afueras del pueblo bajo el «régimen de herederos» o privado, común en aquellos tiempos, y como un refugio espiritual, tras deshacer la heredad y vuelta a reunir a principios de julio de 1141, una vez que había reunido todas las propiedades de nuevo el conde Pedro Alfonso, que fue el artífice entregó el cenobio a los monjes cistercienses, probablemente procedentes del monasterio de Santa María de Carracedo, que primeramente se conoció como San Salvador de Carracedo cuando este pasó al císter.[14]

En todo caso yo me inclino más por una influencia caminera proveniente de otro enclave leonés como Torrestío[VGG1] , que tiene un ramal que se desgaja de la famosa Calzada de la Mesa, para dejarse caer tras ascender por la Farrapona o subir a la braña la Mesa para bajar por los Arroxos, y pasar a San Salvador de Endriga, en un valle lleno de pueblecitos Saliencia, Arbeyales. Endriga, etc… y dese este ramal desembocar en el enclave de la Malva y enlazar así con el Camino Real GR de la Escrita que baja del Puerto de Somiedo camino de Cornellana-Pravia y la costa.

El tercer camino del que recibe flujos, o deriva flujos, depende de cómo se vea, es el que circula por las orillas del Nalón, el cual enfila hacia la antigua capital del reino astur: Pravia donde es fácil conectar con el Camino del Norte.

Victor Guerra

NOTAS

1] Toyos Castro, Ana Belém. Las peregrinaciones a San Salvador de Oviedo y los itinerarios asturianos del Camino de Santiago. Repertorio Bibliográfico. RIDEA.2004.

[2] Argüelles Alvarez, Patricia Ana. Comunicaciones históricas en la región de Asturias desde tiempos antiguos hasta lo siglo medievales. El caso de Viario romano en el sector trasmontano. Universidad de Oviedo 2016

[3] Pisa , Pedro. Red viaria en Asturias: de las vías romanas del oro a los caminos medievales. teis . Oviedo 2014


[1]González, José María. Miscelánea histórica asturiana. Oviedo 1976.

[2] Lorenzo, Rafa. Tineo em la senda compostelana. Editorial Azucel. 1993.

[3] Sobre el culto a estas reliquias, su trascendencia y los testimonios que han dejado las fuentes, véase Uría Ríu, J., Obra completa, II..., pp. 27-250; Fernandez Conde,. J.,La Iglesia de Asturias en la Alta Edad Media, Oviedo, (1972); VV.AA., Las peregrinaciones a San Salvador de Oviedo en la Edad Media, Servicio de Publicaciones del Principado de Asturias, Oviedo, (1990), pp. 31-52; Suárez Beltrán S., «Los orígenes y la expansión del culto a las reliquias de San Salvador de Oviedo», en Ruiz de la Peña Solar J. I. (Coord.), Las peregrinaciones a Santiago de Compostela y San Salvador de Oviedo en la Edad Media: actas del Congreso Internacional celebrado en Oviedo del 3 al 7 de diciembrede 1990, Oviedo, (1993), pp. 37-55.

[4] Osbernus. De expurgatione Lyxbornensi, Edt Stubbs, W Chronicles and netorials of the regin of Richard. London. 1864.

[5] Alvarez Martinez, Soledad. La peregrinación, el Arca de las reliquias, y su influencia artística en San Salvador de Oviedo en el siglo XII. coord. por María del Carmen Lacarra Ducay, 2005.

[6] Sas van Dame, Astrid. Peregrinación a Santiago y Oviedo por la ruta costera en la Edad Media. Rvts Estudios Medievales Hispánicos nº 3, (2014) Pág 173-206.

[7] Ibidem. Priesca y Fuentes Pag.186; Valdediós Pág. 187. etc

[8] Calleja Puerta, Miguel. Las reliquias de Oviedo en los siglos VIII y X . Religión y Poder. Ciclo de Conferencias Jubileo 2000. RIDEA.2004.

[9] https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_San_Salvador_(Cornellana)

[10] https://adarvegranadino.weebly.com/san-salvador-de-cornellana.html

[11] https://www.turismoasturias.es/descubre/cultura/patrimonio-religioso/san-salvador-de-cornellana

[12] Prieto Entralgo, Clara E. Colección diplomática del Monasterio de San Salvador de Cornellana (1024-1499) Academia de la Llingua Asturiana. 2004.

[13] Rucquoi, Adeline. Cluny, el Camino Francés y la reforma gregoriana. Rvta. Medievalismo, nº 29. 2010. Pág. 97-122.

[14] https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_del_C%C3%ADster


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