EL CAMINO PEREGRINO DE IBIAS A FONSAGRADA

 
Río Navia

Una vez ubicados en el Concejo de Ibias como peregrinos, bien se haya venido por el Camino Real del Narcea, pasando por el gran monasterio de benitos de Corias, rumbo a la Regla de Perandones con su barrio dedicado a los peregrinos, y tras haber visitado lugares como Santiago las Peñas, con su interesante imagen de Santiago, muy alejada de las representaciones de matarifes y degollamientos al uso.

Vuelta al valle, donde se emprende el camino por las AS-29  hacia la Vega del Hórreo y Monasterio de Coto , que se deja atrás para emprender la subida hacia el desvío de El Pontigu que se produce en el  PK 22 de la AS-29  hasta entrar en  tierras de Ibias, pasando por las brañas de Salaín, luego en agudas vertientes de Ibias pues se enlazan brañas y pueblos, las primeras las de Folgueiras y Valvaler, para visitar los pueblos  con sus pequeñas ermitas Valvaler, Forna, Uría, Folgueiras de Aviouga, Serorio, Dou, Piñeira, y finalmente entrar en San Antolín tras una buena paliza de unos 45 km.

San Antolín de Ibias

También un más que posible Camino peregrino a Ibias, podría ser el que efectué el pasado verano desde el Camino Primitivo donde me desvié desde El Puerto del Palo, atravesando todo el Valledor pasando por San Salvador de Valledor, para desde aquí tras uno noche en dicho pueblo pasar a Ibias por la Sierra del Gallardo para ganar el pueblo de Uría, con su capilla dedicada a Santiago,  pudiendo luego pasar a Dou y entrar en San Antolín de Ibias.  Fue una posibilidad que se materializó en este bello y solitario recorrido, que es posible que fuese parte de los tránsitos peregrinos por esta zona del suroccidente asturiano, aunque hay que tener en cuenta que el embalse de Grandas, alteró mucho tránsitos camineros.

Puebla de Burón

Pero una vez en la capital del concejo ibiense y contempladas las vieiras del ábside de la iglesia de San Antolín de Pamiers, toca pensar en cómo abordar la próxima etapa, una vez se tiene en cuenta la remodelación de tránsitos que nos dejó fuera por ejemplo San Salvador de Negueira Muniz, pues ante ello se plantean varias alternativas para ir hacia Fonsagrada-Burón.


1ª Alternativa: San Antolín – Marentes- Fonsagrada.

Esta ruta de Marentes es ideal para bicicleta, pues se trataría de tomar la carretera AS-210 y seguir por ella hasta entroncar con la LU-702 hasta poder cruzar el puente de Boadil. Dicho puente se construyó para unir el pueblo lucense de Ouviaño con San Antolín de Ibias, y por cierto no siempre el puente se puede ver entero

Hasta aquí se va en plano hasta la misma frontera con Galicia, pudiendo seguir por el trazado que nos plantean las carreteras LU-P-3602 y continuar desde una rotonda por la LU-P-3601 hasta el mismo puerto del Acevo para seguir por el tránsito del Camino Primitivo hasta Fonsagrada.

Ventana de la iglesia de Santa Mª Magdalena de Marentes

Este recorrido son unos casi que 40 km., el cual ofrece la posibilidad de realizar algunas variantes como ir por Santiago de Ouviaño, o subir por la variante de Gamalleira, dependiente del ayuntamiento de Negueira Muniz. Son desde luego las variantes más enlazadas con lo jacobeo gracias a esa ermita de Santiago de Ouviaño, la cual es otra muestra interesante de arquitectura religiosa. «Se trata de un templo rural de nave rectangular con tejado a dos aguas.

Iglesia de Santiago de Ouviaño

En el lateral Sur posee un rústico pórtico, lugar de reunión y sala de espera de los feligreses, tal y como atestigua el banco que alberga en su interior. Dentro nos encontramos con un retablo de finales del siglo XIX». En el lado norte soporta un arco de medio punto al que se accede por unas escaleras de pizarra que conducen a la espadaña de dos cuerpos con tres tramos que albergan las campanas. En el muro sur se encuentra un reloj de sol de pizarra que dice: "Año 1880", antiguamente ubicado en la rectoría. En su interior hay tres retablos, el principal y dos laterales. El de mayor tamaño, de un solo cuerpo con columnas, muestra, entre otras, la imagen de Santiago Matamoros, anterior al retablo.

En total son unos 33 km y un desnivel importante y casi todo el tramo es asfalto.

Las otras dos alternativas, tienen como objetivo común pasar por San Martín de Suarna, que era parte de la Encomienda de San Juan de Jerusalén de Portomarín. Ambas trazas parten de San Antolín, pero discurren por trazados distintos, aunque se vuelven a encontrar un poco antes del enclave sanjuanista, donde se haya recogido el ingreso de Gabriel Álvarez y Ferro, vecino y prior novicio de San Martín de Suarna que deseaba entrar en la citada Orden.

Veamos cada una de ellas.

Pasarela de Riodeporcos

Ruta por San Antolín de Ibias-Sena-Riodeporcos

Cuando llegué hace ya unos meses a San Antolín de Ibias cargado con mi mochila peregrina algunos viejos del lugar al saber de mis intenciones de ir hacia Fonsagrada siguiendo las posibles huellas jacobeas, me reenviaron hacia San Agustín de Sena, un alto pueblo situado en la vertiente del rio Navia, a unos 16 km de ruta de Ibias, y a unos cerca de 40 km de Fonsagrada.

Es un recorrido que bien se puede hacer por carretera, unos 17 km., que parte de Ibias por el barrio de la Vuelta el Vino y subiendo por las asfaltadas paellas ibienses hasta ganar el Chado de Arqueira donde se baja a la riega de Linares para cruzar por el puente que da paso a la carretera de Sena.

Iglesia de San Agustín de Sena

Se alcanza la aldea de Castasoa para bordear la larga ladera del cordal que forman los montes de Reboleira y La Sierra. Se va caminando por viejas sendas por los entornos de Armindeiras y la Valía,  dando vuelta al monte de los Vilares para ganar la cumbral de O Cruceiro, pudiendo acercarnos a la ermita de el Salvador sita en el lugar del mismo nombre, donde se haya una imagen de San Antón, pero andando por la cumbral hay casi que ida y vuelta unos 6 km.

Tal vez sí la idea es visitar San Salvador haya que seguir en la aldea de Castasoa hacia Santiso y luego cruzando la riega de Valía Escura y la riega de Pasadía ganar la cumbral para ir al Norte hacia la aldea del Salvador.

Es curiosa la referencia a San Agustín, considerado el «Doctor de la Gracia», fue casi qué diría que el máximo pensador del cristianismo del primer milenio, y que curiosamente tiene muy pocas advocaciones en iglesias y ermitas en tierras astures, y está presente en esta iglesia de Sena, de la cual pocas características recogen los hagiógrafos de la religiosidad rural asturiana.

Desde tal aldea de Sena se baja a cruzar el río Navia por la zona de Bustelo cruzar por el puente de Coea y pasar A Barreira, luego se continua para de este modo bajar a la orilla del río Suarna i desembocar en la Ferrería de A Barreira o de Fornaza, lo que supone otros tantos kilómetros desde Sena hasta dicho lugar.

Placa del lavadero de Sena.

Lo cierto es que viendo lo populoso que es Sena no es extraño que algunos pasos tradicionales de arrieros pasaran por estos parajes, pero quitando el input de las vieiras de San Antolín , y la ermita salvadoreña con un san Antón Abad en San Salvador, no queda gran cosa que nos pueda llevar a pensar que por aquí pulularon jacobitas,  puesto que además desde Ibias a Sena y entronque con el Camino de la República, al par del río Navia estamos hablando de que hay unos 20 km.,  y uno 1503 mts de desnivel. Mucho desnivel para tan corto tramo, pero claro hay que retrotraerse a siglos anteriores para entender los flujos camineros y arrieros.


Ruta desde San Antolín por el desfiladero de Bustelín a Fonsagrada.

Estudiando y pateando la zona, el trayecto que me ha parecido más idóneo, eso sí huyendo de tramos asfaltados, y no teniendo ningún impedimento histórico que nos diga que la ruta desfilaba por otros derroteros rumbo a las tierras de Burón, escogí esta ruta de Buestelín.

Cogí la mochila, y tras la tranquila cena en el único restaurante de San Antolín de Ibias: El Leiguarda me fui a dormir a los plácidos colchones de Doña Isabel, la cual gestiona el Hostal Eiroa, eso sí con un cierto enfado, pues tras llegar de la etapa de San Salvador del Valledor proveniente del Camino Primitivo, me bajo hasta la coqueta oficina de turismo de Ibias, instalada en lo bajero del pueblo y resulta que no había sello para la credencial peregrina. Otra vez será.


Tras la dormida, la ruta comenzó evitando las “paellas de la carretera de Linares”, tomando los caminos que van por el barrio de la Vuelta del Vino, para de este modo ganar la ermita de San Isidro en la aldea de Cuantas, en tal lugar me recomendó un buen paisano ir por firmes de tierras y amplias pistas, yendo a ganar el Teso Carbueiro, para por  el lugar de Las Cruces dar vuelta al cordal de Penas de Cuantas, y ganar las aguas vertientes de la riega de Linares la pequeña aldea de La Veiga, dejando Linares de lado pero al alcance de la mano.

De la aldea se va bajando por encima de la riega de Linares hacia el puente que nos da paso a la orilla contraría por la que desfila el trayecto hacia Sena, la ruta tomada va hacia el desfiladero de Bustelín, pasando por los lugares de A Cova y Martínsurez  y de este modo desembocar en la aldea de Penedela, donde propiamente empieza el desfiladero  de Bustelín, hoy señalizado como PR.AS-27.

Al fondo pueblo de Penedela

Por detrás de las casas de Penedela comienza la estrecha senda del desfiladero, que al principio no es tan estrecha, pero a medida que vamos atravesando las empinadas laderas de Bustelín pues la traza se van encogiendo, marcando pasos escalonados y tallados en la piedra, luego hay otros tramos más estrechos y en mal estado tal vez por falta de uso, pues el camino aunque no fue carretero si que  estuvo bien en momentos determinados bien cuidado para el poco poblamiento que hay en la zona, digamos que se atraviesan las ruinas de Bustelín, pero hay que tener en cuenta de este era un paso clave para la zona sin tener que dar la vuelta por Marentes.

Una cosa que llama la atención es la fijación que se da en todo el occidente con los moros, pues en las cercanías de nuestro recorrido hay oquedades, una de ellas se la denomina Cova da Osa, de la cual se dice la osa del lugar mató un día a un jeque árabe, luego tenemos también el puente de Boadbil, sin saber porque un puente en estas latitudes lleva tal nombre, el cual se suele esconder bajo las aguas. Esta estampa que recoge Manuel para La Voz de Galicia digamos que es como novedosa.


Se habla también de un aldea que está un poco por encima de nuestro sendero, en Peneda, del que dicen que cuando llegó la invasión árabe que llegó, según cuentan las leyendas a estos apartados lugares, pues los aldeanos emborracharon a los invasores a los cuales metieron en una cuba o barrica y los echaron por el Teso la Cuba abajo, de ahí que desde entonces el lugar lleve tal nombre.

Pienso, o que eran pocos los invasores o muy grande era la cuba, y algo atlantes debían de tener los autóctonos.


En esto de los moros dice Gavilán Poyero hablando de Serorio que los «relatos de mouros se refleja una situación real de la cultura gallega con una sociedad campesina (sacerdotes, guerreros), a la que se ve obligada a abastecer. Esta superioridad de la sociedad no campesina se simboliza en el personaje de los mouros definidos como no cristianos, con poderes sobrehumanos y diferenciándolos de este modo de los labregos.  La micro toponimia revela que experiencias como "casa moura" "cova da moura" "casa dos mouros" es indicio de monumentos megalíticos, castreños o similares.

Aunque hay quien los confunde, esta tradición no tiene nada que ver con la presencia islámica en la península», ya se saben los cuentos, cuentos son…

El sendero de Bustelín se abre paso por encima de la riega del mismo nombre y encabalgado sobre las laderas del Monte Peña Negra pasando por debajo de las Penas de Cualmartín para llegar a El Pontigo.  un poco más allá se cruza el rugiente río que llevamos ya hace tiempo oyendo hasta poder cruzarlo y llegar a los restos del pueblo de Bustelín, a continuación, viene la singular aldea de Riodeporcos, que desde mitad del siglo XX perdió su acceso rodado desde Marentes. Hoy se utiliza un puente colgante para cruzar el río Navia y pasar a la otra orilla ya en tierras gallegas.


Riodeporcos, cuenta con una capilla dedicada a otro santo un tanto taumaturgo como lo es Santiago, de ahí que los hitos salvadoreños pertenecían al área de la Alta Edad Media, San Salvador era una referencia religiosa, pero la llegada del mundo jacobeo trajo otro tipo de religiosidad, más allá de las reliquias, trajo una serie de santos taumaturgos, que eran curanderos, que ayudaba  con sus prodigiosos y plausibles milagros, eran santos protectores, de fuentes, ganados y personas, y ahí tenemos en Riodeporcos otros santo peregrino como san Roque, cuya fiesta celebran en la aldea el 16 de agosto ante la modesta capilla con cubierta a tres aguas y techada con losas de pizarra, aunque en su interior nos está representado san Roque sino san Esteban.

Este santo reconocido como tal por las distintas iglesias como la luterana, las ortodoxas orientales y la oriental nestoriana, al cual se le suele representar con un conjunto de piedras y una palma, vistiendo ropas talares del diaconado, ya que fue diacono de la iglesia primigenia de Jerusalén y protomártir del cristianismo.

Los cruzados inicialmente llamaron a la puerta principal del norte de Jerusalén "Puerta de San Esteban" (en latín Porta Sancti Stephani) dada su proximidad con el lugar del martirio de san Esteban marcado por la Iglesia y por el monasterio construido por la emperatriz Eudocia. Al final del período cruzado hay documentada otra tradición, tras la desaparición de la iglesia bizantina: Como los peregrinos cristianos tenían prohibido aproximarse a la puerta norte de las murallas, que tenían militares, el nombre de "Puerta de San Esteban" se trasladó a la puerta oriental, entonces aún accesible, que lleva ese nombre hasta el día de hoy.34

Las reliquias del protomártir fueron trasladadas posteriormente a Roma por el papa Pelagio II durante la construcción Basílica de San Lorenzo Extramuros.

Riodeporcos. Casa Rural de Chao do Castro

Una vez pasado el río Navia, dejamos la posibilidad de subir directamente hacia Fonsagrada, por mi parte opto por seguir por el llamado Camino de la República, un trazado que quiso un día ser carretera y que va pegada a la vera del río Navia. A principios del siglo XX, el Plan Estatal de Carreteras de 1914 incluía la construcción del cruce de Fonsagrada y en 1934 la subasta de la construcción de la carretera de A Fonsagrada a Oviñano que habría que construir en dieciocho meses y con un presupuesto de 299.750 pesetas en ese momento según la Gaceta de Madrid, BOE vigente.

El trazado pasa de sendero a camino a la vez que se va disfrutando de un paisaje fluvial de gran belleza y valor ecológico, hasta llegar a la Fábrica, lugar donde se fundía el mineral hasta el año 1875, y del que aún hoy se conserva su imponente chimenea. El tramo inacabado de esta carretera conocida como "Carretera da República", que discurre junto al río Navia , dejó de construirse con el inicio de la Guerra Civil y fue abandonado posteriormente cuando apareció el proyecto de construcción del embalse sobre el río Navia que estaba previsto inundar gran parte de su trazado. 

Traza de la Carretera de la República.

El trazado apenas si presenta desnivel alguno y a la vez que vamos andando se van viendo las armaduras de lo que en su día quiso ser una importante carretera, a la misma se pueden ir viendo a lo largo de ambas orillas los restos de los excavaciones mineras, antiguas y modernas, hasta llegar al viejo emplazamiento ferreiro de la Fornaza, O de Villar de Cuiña.

Según Sanz Taboada, en el pueblo de A Fornaza que está más arriba pasaría la Vía romana Lucus Augusti-Lucus Asturum a su paso por A Fonsagrada, abajo al lado del río en el emplazamiento de la herrería A Fornaza  este nada me decía, ruinas una ermita y ciertas instalaciones  y eso unido al mineral de los alrededores nos dio la explicación pues nos ayuda  entender lo que etimológicamente se entiende por una «fornaza»  fonema que viene de «forno» o sea en lengua cristiana «horno» y según un  diccionario gallego, el Estraviz, este nos  cuenta que una «fornaza» es un lugar donde quedaron restos de fundiciones de minerales.

Y aquí, donde me encuentro con la pequeña ermita en la cual pasaré la noche en el antepecho de la de esta, y que en sus buenos tiempos el lugar tuvo un abundante poblamiento, hasta venta hubo, y estafeta de correos también, quedando en pie hoy tan solo la pequeña capilla y parte de las viejas instalaciones de la herrería, que a juzgar por el tamaño debió ser importante.

Haciendo un inciso por este apartado camino del Suarna, tras días de caminada me encontré con estos dos pescadores de Orense que me invitaron a una rica cerveza.

La Ferrería do Vilar da Cuíña se localiza a orillas del río Suarna, al fondo de un profundo valle. Este río también es conocido como Río Lamas-Vilabol que es un afluente del Navia. En épocas pasadas esta herrería era llamada Ferrería del Buen Retiro. Existió otra en las proximidades, que era denominada Buen Suceso. De esta última prácticamente no queda nada.

Esta herrería de Cuiña se construyó entre los años 1792 y 1794 aunque antes ya funcionaba una extracción de mineral de la cual era propietarios un natural de los Oscos: Andrés Antonio Bravo Bermúdez y compañía, luego fue gestionada por  Compañía de la Vega de Ribadeo, aprovechando el cauce del río Suarna y la gran masa arbórea de la zona, y aunque había hierro en abundancia era necesario para la fundición el carbón que solo se traía desde las vecinas minas de Monteseiro, en la misma parroquia, luego se empezó a traer desde las minas de Formigueiro en Sena, Ibias, ya en Asturias; al final la falta de carbón  conllevó que  la herrería cerrara sobre el año 1884.


Tras la dormida en la pequeña ermita el camino se hace más amplio y se sigue a la vera del río Suarna hasta el área fluvial de las Peñas del Infierno , entroncando con una pequeña carretera LU 722 que nos lleva ante el desvío hacia Negueira Muniz e Ibias y donde se sigue camino adelante hacia el puente que da paso entre Vilarín de Baxo y Villagoncende, donde se sigue camino que se desvía a la derecha para subir a San Martín de Suarna, donde tomo una cerveza con Manuela Carrín.


La subida a San Martín de Suarna, se hace lenta pero cómoda, luego la lluvia a las puertas del pueblo me impedirá disfrutar del paseo por el pueblo buscando esos restos que siempre quedan por las puertas de cuadras y casas, de la adscripción sanjuanista apenas si queda algún rastro más allá del documental

La iglesia impresionante como era desde lejos la vista sobre la de Naraxa, la que induce a pensar que es San Martín. Es una pena todo el cerramiento, y algunos cierres que afean el templo y su entorno .


De San Martín al cobijo de este protectorado sanjuanista subían los peregrinos y arrieros por el trazado que hoy ocupa la carretera que da acceso al pueblo y que sube por los entornos de Os Fornos de Cal desde sonde se puede entrar a Fonsagrada, aunque se puede alargar el recorrido y subir hacia Paradanova y entroncar con el Camino Primitivo para de esta manera entrar en Fonsagrada por este camino tan jacobeo


Victor Guerra

 

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