Los Caminos de Beato de Liébana por Asturias. De Santiago de Caravia a San Salvador de Priesca

 

Etapa  desde Santiago de Caravia hasta San Salvador de Priesca

Cumplimentada la estancia en el primigenio núcleo orante de Caravia, por delante la comitiva tenía según le había referido el abad, además de un intenso recorrido hasta llegar a Priesca, pues el viaje estaría cargado de paradas, para aquello de llenar la panza y de realizar las pertinentes paradas de compromiso en los variados  cenobios y edificios religiosos, pues bueno era dar cuenta de ello en la corte de Mauregato.


Digamos que estas fundaciones monacales tan locales, algunas de ellas fueron importantes en su época, aunque su existencia fuera en ocasiones un tanto efímera, me estoy refiriendo a los monasterios de Colunga, al de Gobiendes  (921) el de Pernús, (921) o de La Llera, el de Libardón (793), o el de Santa María de Tona en la Isla (921). Qu por cierto de los cuales apenas sí tenemos noticias más allá de sus nombres, pues la mayoría fueron más bien fundaciones coyunturales por aquello de preservar heredades o tomar prebendas varias además de poner a salvo la propia alma, algo muy importante en aquellos tiempos, aunque según algunas leyendas en varias de ellas  parece que tuvieron tratos con los retornados de las Cruzadas, pues se haba de templarios y Cambeadores…

Ilustración 9 Venta de la Espasa

El viaje que les lleva a a la verad el Cantábrico, tenía por mayor dificultad cruzar la riega de la Espasa que se enmarca en ese beso eterno con el Cantábrico, y por cuyas aguas noviembrinas  pasaron sus paternidades mojando más arriba de las rodillas, sintiendo las aguas entre dulces y salinas y entre calientes y frías, a las que tanto Eterio empezaban a gustarle esos baños de pies chapotear, en ese lugar aledaño a la riega no tardaría en instalarse una famosa venta donde se conjuntaban parroquianos, arrieros y peregrinos.


Ilustración 10 San Juan de la Isla

Nuestros viajeros se precipitaron hasta el recoleto lugar de La Isla, a cuyo punto se acercaron a visitar a la pequeña comunidad orante de Santa María de Tona, que guardaba algunas viejas reliquias del pasado, como eran las antiguas pertenencias de un posible centurión romano, otros reducen dichas pertenencias a un autóctono convertido al mitraísmo, el cual fue escalando hasta convertirse  en Pater Patratum, ya que atesoró a su paso o estancia en la zona una cierta devoción a la deidad de Mitra, [2]


Esta querencia por Mitra  quedó plasmada en una lápida  de 76 cm de alta 16 c, de ancha y 14 cm de grosor, la cual fue descubierta en 1794 y que muestra esta inscripción: «Lo dedicó al invicto dios Augusto, Fronto, libremente, dedicó el ara al invicto dios Augusto, Fronto, libremente dedicó el monumento, presidiendo el pater patratum junto al león».

 Yes que  no podía ser de otra manera, sería el francmasón Braulio Vigón quien llevaría tal piedra arenisca al Museo Arqueológico de Asturias, dedicada a ese culto proveniente del siglo III o IV despues de Cristo,  que parece que primeramente se halló en una cueva, lo cual era muy propio en esa simbología de la bóveda celeste,  y cuya lápida luego se colocó en una pared de la iglesia.[3]


Ilustración 11 Lapida mitraica de La Isla

Beato, con toda la historia que le pudieron contar los monjes sobre cultos paganos tan mistéricos, no le extrañó mucho ya que tenía noticias de que en el enclave de La Isla había sido un pequeño núcleo romanizado entre otros, como los de Rodiles, Gobiendes, Libardón, Luces y Duz, amén de los diferentes asentamientos romanos del área gijonesa, más los castros de montañeses, de los cuales Coluna contaba con unos cuantos: La Griega, de Obaya (Gobiendes) el de Castiello en Luces) o los dos castros de Pernús, o el de Fano en Libardón; quedaron más que pasmados Beato como Eterio al comprobar la potencia del paganismo por la zona del Oriente, ya que creía que ello debida a la acción de los astures trasmontanos, pues no creía que en la Asturias de Pelayo y sus amigos el resto de los reyes astures, pudieran prodigarse tanta patraña pagana, aunque los montañeses paganos parecía haberlos por todas las esquinas viendo como veía entre los densos bosque tantas humaredas castreñas.


En La Isla, los monjes lebaniegos no se entretuvieron mucho pues debían acercarse a lo que sería ciento treinta años más tarde, el asentamiento más importante de la zona. el monasterio de San Salvador de Priesca, teniendo que dejar al paso de lado otro monasterio que fue importante como fue el de Santiago de Gobiendes, coetáneo con el anterior, además de camino había pequeños núcleos, sobre los cuales se fueron asentando otras pequeñas comunidades familiares mozárabes dedicada a la oración, como la de Pernús o La Llera.

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Ilustración 12 Una posible recreación más moderna de Beato y el Obispo Eterio de peregrinos jacobeos

En a la altura de otro futuro emplazamiento cenobítico como el de la Urz, a los lebaniegos se les planteó otra nueva alternativa caminera, o sea virar hacia el Norte, hacia el puerto de Lastres, o también podía ser tenida en cuenta la idea de seguir del abad de Tona de seguir la Vía Agripa, la cual en Luces[4] se encaminaba hacia la Rasa de Selorio, a través del pontón romano que les permitía cruzar la zona cenagosa de la Llomba.


Ilustración 13 Puente de la LLomba. Rasa de Luces

Aunque también se podía tomar el ramal que pasaba por desde Lastres a Santa Mera,[5] pueblo que tuvo ya en el 905 monasterio y albergue adjunto, y que estaba al pie del viejo camino real que bajaba al Portus de Rodiles, camino a la barca que pasaba a los viajeros de Rodiles al El Puntal y desde donde se subía por el camino que pasaba ante la antigua iglesia de  San Salvador de Portus (hoy desaparecida),  o se visitaba el monasterio de San Martín del Mar, («intis maris Sancti Martini monasterium»)  para subir por Liñero y coger el camino de Gijón que seguía las orillas del río Merón hacia poder alcanzar millas más adelante San Salvador de Deva.[6]


Ilustración 14 San Salvador de Deva

Realmente la historiografía nos ha dejado muy poca información de una época tan complicada como la Alta Edad Media, tal vez por eso cientos de historiadores se dedicaron a investigar el fabuloso mundo de la peregrinatio jacobea, donde los datos afloraban como los manantiales, o sea por miles, pues además de esa época todavía quedaban iglesias en pie, el poder feudal, político y religioso estaba en plena euforia todavía se podía seguir sus pistas.

Pero la Alta Eda Media es complicada con tan pocos documentos, por eso es tan dificil como imposible, poder indicar que vieron o vivieron los monjes lebaniegos desde el momento en que salieron del monasterio de Turieno, y tomaron el camino del reino adelante hacia Santianes de Pravia allá por el 785.

Ilustración 15 Panteón de los Reyes Asturianos

Desfilaban los lebaniegos por un territorio de un reino que estaba emergiendo, a buen seguro que sí fue verdad aquello de que Beato tuvo contactos  ya desde la corte del rey Fruela I, pues de ello resultaría que a buen seguro que tuvo que asistir en estos distintos viajes a cambios diversos, en cuanto a poblamientos, focos religiosos, establecimiento de  capas sociales  diversas: artesanos, campesinos, guerreros, administradores, monasterios, cambios de reyes, y paso de innumerables viajeros, pues se estaba construyendo un reino.

Los viajeros lebanienses,  sobre todo Beato lo tenía muy claro, su objetivo era pasar por San Salvador de Valdediós, pues no en vano tenía noticias que de aquella se estaba levantando el famoso conventín de Valdedios, aquel que fué consagrado entre otros, por el obispo de Iria Flavia Sisnando I en el 893, emplazamiento que andando el tiempo en sus aledaños se construyó el monasterio benedictino de Santa María que tuvo hospital agregado,[7] y hay quien, como Manuel de Cimadevilla, que el famoso palacio que mandara construir Alfonso III, no era otro antigua fortaleza que hoy vemos bajo los cimientos de la casona del Señor de Niévares encima.


Ilustración 16 Puente del Charcón

Fuera como fuere, los lebaniegos renunciaron al camino costero para subir hacia el territorio de Maliayo arrancando desde la mima Colunga,  y tras cruzar la vega, ya les habían comentado que  podían cruzar el pontón romano  de El Charcón, que era otro punto por el cual podían subir a la cumbral de Llué para allegarse por la Venta del Pobre a la Vega de Selorio, bien para entrar a Selorio y sus romanas huellas, o dando la vuelta a la Sierra de Cualmayor llegar a San Salvador de Priesca, pero a Beato le pareció mucha vuelta, y ordenó se siguiera la huella cenobítica del valle de Pernús para abandonar el valle de Colunga tras cruzar el puente de La Llorea para emprender le empinada ladea de La Biesca, siguiendo hoy lo que es la actual  carretera, o sea el Camino de Santiago del Norte o la Costa, y que por Conlledo se sube a La Cruz de Beldredo para descender a Pernús, pasando por delante de la Iglesia de San Pedro de Pernús.


Ilustración 17 Iglesia de San Pedro de Pernús

Para continúa hacia arriba por La Vega, donde hoy los jacobitas modernos pueden dejar la carretera y seguir por el camino original que se abre en la margen izquierda y, con un marcado ascenso, se dirige a La Llera, cuya parroquia de San Antolín gozaba de la condición de Iglesia de asilo.

Luego partiendo del collado de La Cabañona, tras atravesar el caserío de La Llera, el trazado desciende hasta Priesca.

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lustración 18 Iglesia de Priesca

El destino final de la etapa, no era otro que el lugar de San Salvador de Priesca, el cual en el 921 en un documento de Ordoño II este cita que «et Maliaio monasterium Sancti Salvatoris in Priesca». ? y  aunque de un tiempo más tardío se dice que había una lápida que decía:  SANCTI JACOBI…

La pregunta que cabe hacerse es ¿Qué había en dicho lugar, ciento treinta años antes, cuando pasaban por allí Beato y Eterio? ¿Acaso alguna comunidad religiosa o algo que diera lugar a esa implantación?

Nada podemos decir, salvo que en el presbítero Juan consagró la iglesia el 24 de octubre de 921, la cual debió de sufrir diversas remodelaciones como otras muchas iglesias del lugar hasta llegar la debacle de 1936 que se llevó por delante buen parte de la estructura de la iglesia, que terminó siendo reconstruida por el franquista organismo denominado: Comisión Monumentos de Regiones Desbastadas”.


Ilustración 19 Ventana Prerrománica de San Salvador de Priesca

En Priesca la comitiva fue bien recibida por parte de la modesta comunidad eremita, al menos eso creo, pues un abad y un obispo camino de la Corte de Mauregato, no se veía todos los dias, y por aquello de las noticias llegan, los nobles de Maliayo ya unos día antes hicieron preparar un alojamiento digno de sus paternidades, y allí pasó la noche el grupo, con más frío que vergüenza, que diría un paisanos de la zona, pese a los fuegos y buena chimenea, pero noviembre estaba siendo un tiempo de mucho frío.

Tras los rezos pertinentes, los abades, y nos importantes de la zona cruzaron informaciones y consejos acerca de los caminos y las andanzas, pues la idea que había en la mente de algunos era atraer a los lebanienses hasta el poblamiento de Maliayo

Victor Guerra

En la radio de RPA . UN BUEN DIA PARA VIAJAR

[1] https://www.veredadeheterodoxos.net/2019/08/los-caminos-jacobeos-pro-la-comarca-de.html

[2] Originariamente Mitra representó una vieja deidad iraní dedicada a la Luz, la cual protegía a los ejércitos en combate, aunque el panteón estaba presidido por Ahura Mazda, Dios del Cielo,(Sol Invictus) los atributos mitraico era conocido en la edad del Bronce y tiempo despues Zoroastro lo impregnó de sus doctrinas mazdeístas, que as u vez se fueron impregnando de los componente mistéricos y cosmológicos, lo cual resulta extraños al sistema de creencias greco-romanas, ya que nos hay actos solemnes, ni exhibiciones o peregrinaciones, su  práctica se reduce a actos privados y secretos.

[3] Interesante el trabajo de aproximación de Gema E. Adán y Rosa María Cid. Nuevas aportaciones sobre el culto a Mitra en Hispania. La comunidad de San Juan de la Isla (Asturias)

[4] El nombre de Luces, o el de Lué podrían especulando referirse al dios celta Lug o Lugus (el sol) con numerosos teónimos en Asturias (Lugás, Lugones, etc.), quizás provenga de Luggones (hijos de Lug) o de Lugus. Curiosamente en la fiesta de Lastres/Luces (San Roque) se celebra ancestralmente la quema de un monigote que llaman "la quema del xigante o quema del gigante". Los pueblos celtas adoradores de Lug celebraban su festividad en Agosto (como en Lastres/Luces), mes del sol, quemando un muñeco gigante construido de mimbre y madera en el que encerraban animales y hombres para el sacrificio. También podría estar dedicado a Taranis ("in alveo ligneo aliquod homines crematur" Lucano I, 445) como uno de los tres tipos de muerte ritual practicada por los celtas. Las víctimas apresadas alimentaban así un fuego sagrado que ellos creían similar al fuego solar generador de la vida. Posiblemente el mitraismo, con su simbología astronómica donde el sol tiene un papel central, fue asimilado con facilidad por los pueblos astures adoradores del sol de esta zona costera

[5] El origen de esta advocación de Santa Mera, tal vez provenga de Sanctus Mitra y su posterior evolución fonética (Sanctus Mit-ra > Sancta Med-ra > Santa Mera). Mitra fue una deidad oriental y su culto se extendió por todo el imperio romano llevado por las legiones y los comerciantes. Aunque en Santa Mera no existen evidencias de la presencia de un templo a Mitra (speleum o mitreo), Aunque puede ser como sucede con otras advocaciones a Santa Mera en castilla que la asimilan a Santa Emerenciana que fue una mártir romana que murió en el 304 durante las persecuciones de Diocleciano, y que, de acuerdo con la hagiografía cristiana, la madre de Emerenciana fue una niñera de Santa Inés, una rica heredera que finalmente fue martirizada después de abrazar el cristianismo. Emerenciana era catecúmena (cristiana conversa que aún no ha recibido el bautismo). Aunque los católicos la consideran igual a los mártires, que han recibido el "bautismo de sangre". Pocos días después de la muerte de Inés, Emerenciana fue capturada rezando en su tumba, y confesó que también era cristiana y fue ejecutada mediante la lapidación.

[6] https://www.veredadeheterodoxos.net/2019/11/los-caminos-jacobeos-en-colunga-y.html?

[7] En esta villa de Villaviciosa ay una Obra pía de un Ospital llamado Santi Espirittus propio de los vecinos della para pobres Caminantes y Peregrinos, cuio fundadorno se sabe, solo se oio decir al padre Predicador Dr. Nicolás Pasines Prior de  el Conbento de Santa María la R.de Valdediós, orden de San Bernardo, havía hallado en el Archivo de dh. Monasterio estte presente año de mil settezes ttreinta y uno una Escritura autténtica por la cual diño Ospital ttenían los vecinos destta Villa para alvergue de los Pobres Peregrinos, acausa de los muchos que por él transittan para Santthiago de Galicia, sin que se pueda alcanzar ottra noticia... En el Sto Hospital de la Villa de Villaviciosa no se admite ninguna persona, sino los lentes y vinientes que ban arromería a Santiago de Galicia, según consta de apeo que habla de su fundación. Datos proporcionados por don Ramón Rivero Solares y don Ángel Rodríguez Fernández Caveda. (Vicente Jose Glez Garcia. El Camino de Santiago a partir de su origen en Oviedo) Pag. 140

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