Camino Real del Sella. De la Collada Angón a la Mecedura del Dobra
Ahora nos queda por cubrir una
etapa de unos 14 km, cruzando buena parte del concejo de Amieva que ya lo era
en 1308, y cuya travesía haremos al paspo y cruce unas grandes praderías de
siega que se abren al par de la Colada de la Visitancia, lo cual se realiza por
trazados modernos que en parte han fagocitado
la antigua traza del Camino Real de Amieva o del Sella, ya que a partir de este
punto los predios del Arcipreste de Villaviciosa, prácticamente habían
concluido, incluso antes de llegar a a la collada de Angón..
En medio del pueblo se
encuentra la iglesia dedicada a San Juan, que se tiene por edificio más viejo
del concejo, y para atestiguarlo dicha vetustez, este se levantó al par de un
viejo dolmen, el templo dedicado a los dioses cristianos y sus santos y el
dolmen el culto a los muertos y a los dioses paganos.
Este emplazamiento nos indica
lo propicio de la ubicación del templo, que ya se cita en tiempos de Ramiro II.
Como es normal en Asturias fue una iglesia que sufrió diversas reformas entre
los siglos XIII y XIV, pese a un incendio, todavía en sus paredes quedan restos
de las vieja claves simbólicas del arte ramirense en base a motivos geométricos
y cabezas antropomorfas.
En el pueblo de puede ver la
casona de los Fanjul, y la capilla dedicada a San Agustín, y tras tomar algo en
el bar el pueblo, y dar la espalda a los viejos caminos que por Ceneya pasaban
al Beyu; se sube por La Bauga hacia el Collado de Amieva o Collada de San Román
según en qué lado nos coloquemos. Este enclave nos presenta una impresionante
balconada sobre el valle y la collada de Angón y los diversos picos que
encierran este precioso valle,
Aquí en El Ancebu se enlaza de
nuevo con el carretil que viene de Angón, y se encuentra el camino que va por
El Siete, hemos dejado el hormigón y ahora estamos en un tramo asfaltado. En
apenas tres escasos kilómetros que se desarrollan ya en la llamada media
montaña se van dejando atrás las cumbre del Macizo de El Cornión., ahora
estamos en medio de praderías y antiguos campos de cultivo, muchos de ellos
dedicados al maíz y a la escanda.
Guillermo Mañana en su
inventario sigue recogiendo obra aquí y allá: firmes, zanjas de tarida de obra,
cunetas, taludes, etc…que se puede ver en los que queda de la vieja Sena o
Camino Real, que ha quedado reducida a casi una vereda, que va entroncando con
tramos con nuestra marcha hacia San Román, que como nos dice el maestro Mañana,
es un pueblo pequeño, discreto, donde queda para el recuerdo el centenario tejo
y la iglesia de San Román cuya existencia se recoge en el Libro Becerro
del obispo Gutierre de Toledo (XIV) .
Dicho templo presenta la
estructura de los antañones templos del románico asturiano de carácter rural, o
sea nave única, rectangular con ábside cuadrado abovedado, como excepcional
presenta el rústico templo una formidable pila bautismal con adorno simbólico y
desde luego muy reformado
El pueblo, a pesar de ser pequeño lo componen diversos barrios: Cimavilla, La Caneya. Barrumediu, La Llomba; La Teyerina y El Aguatorio y La Caviella donde en su tiempo hubo un albergue para los trabajadores de la Canal de La Jocica; tambien se puede ver la llamada Casa del Arcu o Casa Valiente (XVII o XVIII).
Seguimos ruta hacia La Viga del Carro yendo hacia lo profundo del valle caminando por la frondosas laderas de la Sierra de Amieva, primero ganaremos el significado collado Sañín dejando el ramal que desciende hacia la aldea de Carbes y que nos llevaría se seguirla hacia la mítica aldea de Santa María de Mián, cuya parroquia figura en el Libro de los Testamentos en un documento del año 926 en el que Ramiro, hijo de Alfonso III y Jimena hace confirmación de algunas donaciones de sus antepasados a la vez que hace nuevas entregas « in Sebuarga ecclesie Sancte Marie et aliam ecclesiam Sancte Marie de Caço cum suis adiacentiis, et ecclesiam Sancti Martín de Argolibio, et ecclesiam Sanctorum Justi et Pastoris de Signam et ecclesiam Sancte Marie de Amián». Aunque se teme que este documento pueda ser una interpolación.
El templo de Mián es un viejo edificio con
restos prerrománicos y románicos y con muchas remodelaciones encima, y pese a
su aislada posición geográfica, tuvo mucha importancia, dado que está
superpuesta en parte sobre un dolmen que excavó en su momento Roberto
Frasinelli en el 1871, y que luego fue destruidos y relacionado con el Santa
Cruz y Abamia, de ese dolmen quedan restos dos hachas pulimentadas, las cuales se
guardan en el Archivo Arqueológico de Asturias.
Se sigue por el Cuetu Mayu para
ganar en poco tiempo el Collado Sañín y seguir hacia la significada encrucijada
de la Viga el Carru vamos por un camino prácticamente desaparecido bajo un
camino de tierra, aunque entre el pueblo y el collado de Pandozosu, que
reconoceremos por la gran tubería que cruza por debajo de la carretera, sí que
podemos aún contemplar parte del viejo empedrado del Camino Real, donde ya la
mano del Arcediano no llegaba, pues por aquí transitaban sobre todo los
acemileros y estos no precisaban tanto de las obras que Pedro Diaz de Oseja
acometió para que los carretones llegasen al centro logístico de Oseja.
Sañín nos ofrece según vamos llegando la vista del La Cuesta de Carbaeu una fuente bebedero en medio de una zona de altos pastos, yendo el Camino real algo más baja que la pista que llevamos, es un continuo entrecruce de viarios marcados como GR -201 y las trazas del Camino Real de Amieva, y dado que es caro mantener esos trozos en perfecto estado de reconocimiento, la vegetación y el abandono va haciendo mella en la traza caminera que además sufre todo tipo de agresiones.
Una nueva encrucijada de
caminos y se sigue de frente hasta concluir definitivamente en el lugar de la
Viga del Carru o aunque algunos lo denominan Vega del Carrru, topónimo que ha
hemos visto en la zona de Següenco.
Aquí hay quien recomienda irse
por el Valle de Cueries para entronca con el Camino Real, denominado aquí «Camín
de Muda» en la collada Batuda» .
Nos vamos empozando y por la izquierda la Sierra de Vis nos impide cualquier visión, salvo por la izquierda que podremos adivinar la hondonada del Sella y alguno de los pueblos colgados de su otra ladera como Fresneda por encima de la amplia Vega de Pervís. Digamos que si uno quiere salirse del viejo trazado y ver los grandes farallones del Puerto de Angón
En cuanto a la Senda , nos dice
Guillermo Mañana que hay dos tramos hasta el Balagar y despues de aquí hasta
Vis, el primer tramo muy tomado por los trazados carreteriles respetando el
trazado pero ampliando esta, y en el segundo tramo se impone los empedrados del
viejo Camino Real el Sella desfilando sobre un escalón lateral de la ladera
constituyendo un muro exterior de piedra sobre el que se apoya la traza con
taludes construidos expresamente, quien crea que la bajada a Vis es plana se
equivoca pues el camino presenta repecho contundentes pues no en vano se salvan
trescientos metros en nada.
Hasta llegar al recoleto
empedrado de la Cogita que va entre muros, hemos dejado atrás EL Balagar que
reconoceremos por su cuadra con dos fresnos a la izquierda un gran prado
abandonado El Convento, luego viene la Fuente Los Llodos, que en verano se seca,
y luego viene el lugar del Posadorio, topónimo que en las caminerías se repite
bastante y que es el punto de parada cuando se sube de Vis., o de reorganizarse
para el último repecho de bajada para de este modo entrar en Vis por la Piedra
del Cantu y su majestuoso empedrado.
Y por fin se llega al pueblo de
Vis acaballado sobre la cumbral del Toxeu. Que al final nos ofrece un mirador
el de Mirador de Cuadapipu, el camino hacia el arranca en el pueblo por medio
de una pista de hormigón que pasa por la fuente y lavadero y tras una pequeña
subida, a mano izquierda se encuentra el mirador.
En Vis podemos visitar otro
guiño a los romeros, y se trata de la capilla de Santiago (XVII) de nave única
de cañón y donde se puede contemplar un retablo barroco con dos imágenes Santa Catalina
y el patrono del pueblo Santiago.
En Vis había antes que se
derrumbara en el año 2002 el hórreo del Pedrosu que podría datar de 1680 y 1720,
se podían ver unos dibujos perteneciente a la Guerra de la Independencia (1808)
en su lucha contra las tropas napoleónicas, donde había varias representaciones
a modo de dibujos que se creían hecho por neños en uno de los tablazones
(cuereñes), los cuales que representaba el paso de regimiento de caballería
francés por la zona y las reacciones de los lugareños y que parece que van a
tener su representación de nuevo en diminuto pueblo de Vis.
Y sin que se reemplazó el
famoso hórreo caído, y sobre él se hizo un Centro de Interpretación, pero con
la desgracia que cuando se reconstruyó pues algún listo, no tuvo mejor
ocurrencia que pasar una lijadora por los famosos dibujos, lo cual conllevo la prestancia
y nitidez de los dibujos, son las cosas de la ignorancia, tras siglos , parece
que hemos aprendido poco.
Es una pena pues hemos llegado siguiendo con más o menos fiabilidad el trazado del Camino Real del Sella, sin embargo la salida desde Vis, tras dejar atrás la bucólica plaza y la Emita de Santiago cogemos un camino claro que va por entre los antiguos prados de cultivo de La Huerta del Escribanu, donde la traza sigue recta al Norte, por la Portiella les Viñes, parece una perfecta bajada, por tramo de tierra y empedrados con ringleras exteriores que demarcan los limites camineros que van en franco descenso al menos hasta el lugar de la Jorcada, donde perdemos el sentido de la traza original
El camino original debería ir
hacia el Puente de Dobra, o sea que desfilaremos por el llamado Camín de la
Tabla Requexu, pero el camino se pierde y se convierte en una mala senda que
medio pierde por la ladera del Cantu el Moru, hay que pegarse con la vegetación
hasta poder llegar al Puente sobre la mecedura del Dobra, que nos muestra desde
su alomado paso su impresionate altura y en cuyo punto confluyen, como dice
Guillermo Mañana, el cordal del Pre-Cornión, la Sierra de Amieva, el Dobra y el
Camino Real del Sella.
En la bifurcación de antes ya desde La Ería y por el Camín de la Juente los Muertos se continua hasta encontrar el empedrado en La Jorcada y que nos baja sin problemas a la carretera de Los Beyos a la altura de las casas de El Buxil.
Lo cierto es que no se entiende
bien este abandono de la famosa Senda del Arcediano o Camino Real de Amieva o
del Sella, el cual no merece este final, tan desastroso.
La bajada se hace por una abandonada senda no hace justicia a hermoso Puente del Dobra o Puente Vieyu, de origen pre medieval de un solo vano con bóveda de cañón de unos 15 mts de luz y perfil que deja ver su ligero alomado paso.
Anclados su cimientos sobre roca de cuarcita que asoma por encima de las bravas aguas del río Dobra, sobre el que se asoman los sillarejos calizos que presenta un trabajo no muy primoroso en cuanto a calidades de la piedras ni en las hiladas..
Victor Guerra
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