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CAMINO DEL NORTE . Ribadedeva. Encrucijada de caminos peregrinos: Templarios, vírgenes negaras y mansoleas

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Creo que se me ha ido la pluma en la entrega anterior, pues creo que hubiera debido ponerles en situación, pues la vulgata del relato jacobeo expresada en guías y libracos de promoción varia suelen hacer una especie de  cucurrimus  y en un pis-pas se plantan en Llanes, y como quien no quiere la cosa en Oviedo. como hizo con Santiago el rey Alfonso II. Pero la cuestión de la esencia del Camino es más compleja de lo que uno se imagina, pues digamos que uno va ignorante un poco de todo y se olvida de que antes que uno, ya han pasado por estos lares, miles y miles, de peregrinos, en pos de realidades como San Salvador de Oviedo, y otros muchos tras la  inventio y trasladatio jacobi , sin muchos más miramientos. Solemos caminar, tras las marcas amarillas como pájaros bobos tras el grano, ajenos al entorno, pues el excelso paisaje no nos deja ver el horizonte tan esotérico que rodea nuestro caminar, y al final los Caminos se reducen simplemente a dos líneas.  Creemos que somos como un es

El Camino Jacobeo por Asturias y los Mansoleas (Ribadedeva)

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  C reo que se me ha ido la pluma en la entrega anterior, pues creo que hubiera debido ponerles en situación, pues la vulgata del relato jacobeo expresada en guías y libracos de promoción varia suelen hacer una especie de cucurrimus y en un pis pas se plantan en Llanes, y como quien no quiere la cosa en Oviedo. como hizo con Santiago el rey Alfonso II. Pero la cuestión de la esencia del Camino es más compleja de lo que uno se imagina, pues digamos que uno va ignorante un poco de todo y se olvida de que antes que uno, ya han pasado por estos lares, miles y miles, de peregrinos, en pos de realidades como San Salvador de Oviedo, y otros muchos tras la inventio y trasladatio jacobi, sin muchos más miramientos. Solemos caminar, tras las marcas amarillas como pájaros bobos tras el grano, ajenos al entorno, pues el excelso paisaje no nos deja ver el horizonte tan esotérico que rodea nuestro caminar, y al final los Caminos se reducen simplemente a dos líneas. Creemos que somos como un espécim