Entradas

Beato de Liébana y Eterio de Osma en la Corte del rey Mauregato en Santianes de Pravia

Imagen
Ilustración 53 Territorio de Pravia La Corte regia de Santianes de Pravia. El abad Beato de Liebana y Eterio Obispo de Osma. El día 25 de noviembre de 785 amaneció resplandeciente, dejando asomar por unas horas unos buenos rayos de sol, que marcaron la entrada de Asturias en la esfera internacional, aunque las crónicas permanecieran mudas, y esos rayos hicieron, si cabe, la profesión como monja y abadesa de Adosinda un acto solemne y de especial transcendencia, ya que, en parte puso punto final, al periplo de una mujer como Adosinda, y daba entrada por primera vez a una mujer de la corte regia de Asturias en los muros conventuales, para regocijo de unos, y enfado de otros. Pero así eran las cosas de los godos o visigodos astures, lo que demostraba que las cosas estaban cambiando, Silo había sido un rey “indígena”; una descendiente de Pelayo y Alfonso I había facilitado el cambio de la corte regia a Pravia, y donde ahora reinaba el hijastro de Alfonso I. Ilustración 54 Nave de

Los Caminos de Beato de Liébana por Asturias. De San Salvador de Rondiella a Santianes de Pravia

Imagen
  La Etapa final. De La Rondiella a Santianes de Pravia Durante la cena campamental en San Salvador de Rondiella, Beato intentó sonsacar al dux palatino de origen pésico, el cual no parecía encontrarse muy cómodo en medio del territorio de los luggones y aunque el monje intentó sonsacarle sobre lo que acontecía en la corte praviana, no pudo obtener gran cosa, bien porque el dux era muy parco en palabras, o porque tenía orden de no soltar palabra, y salvo algunas escuetas noticias sobre el estado de la reina viuda que entraba en esos días al claustro conventual, a una edad avanzada, lo cual a Beato le parecía un tanto injusto, aunque lo hiciera como abadesa, aunque tampoco fue posible, como rogaron algunos nobles y monjes, el que la viuda Adosinda pudiera irse a la tierra de sus ancestros, aunque no dejaba de ser cierto que quería quedarse en el lugar en vivió y murió con su esposo el rey Silo, uno felices nueve años. Ilustración 49 Mapa de la Etapa Salvo estas vaguedades, B